Nacajuca, Tab; 7 Nov. 2010.- Muy a pesar del descenso gradual en el desfogue de las presas del Alto Grijalva, los daños por las aguas en las 44 comunidades siguen presentes y las aguas han descendido poco, reflejando lo anterior que cientos de Indígenas Chontales, continúen viviendo desde hace 40 días entre el agua ya putrefacta, rodeados de la inmundicia producto de aguas negras, basura, animales muertos, entre improvisados chiqueros a las orillas de la carreteras, así como el ganado que convive con ellos ante la falta de pastura, estando ahora presente el riesgo de epidemias diversas.
INSEGURIDAD
De los más de 2 mil hogares que fueron abandonados provisionalmente por las inundaciones, muchos fueron objeto de rapiñas por parte de amantes de lo ajeno que se aprovecharon como buitres, de las pertenencias de las familias que por necesidad, tuvieron que abandonar sus hogares.
Existen reportes por parte de seguridad pública, que fueron detenidas 11 personas, sin embargo el director de seguridad pública de esta comuna Marcelo Hidalgo, les dio libertad alegando que no hubieron denuncias a pesar de la flagrancia del delito, lo cual desmintieron los mismos delegados municipales.
Miguel Aquino Ovando, coordinador de protección civil, manifestó lo anterior, asegurando que las familias siguen en los albergues, ya que es una instrucción del gobernador del estado, asi como de protección civil, por lo que lo daños en las mas de 6 mil 800 viviendas están presentes mientras que 7 mil 500 familias, están dentro del cuadro de afectados, reconociendo la existencia de la rapiña en diversos puntos de las mismas comunidades afectadas.
La acción de vigilancia por parte de las autoridades se dificulta además, por una serie de vados que hace imposible entrar a zonas aledañas a las carreteras, en donde cientos de familias viven en tapancos.
Otro aspecto que han aprovechado quienes se dedican a rapiñar a sus semejantes en desgracia, es que familias enteras emigraron a otros municipios o a otras comunidades en zonas altas, y debido al temor de que vuelvan las aguas, han tenido que dejar sus hogares abandonados, y han sido objeto de la rapiña que se genera durante la noche en la zona.
HAY ZOZOBRA
Hoy la mayoría de los habitantes de las distintas zonas afectadas, se preparan porque saben que las aguas van a subir mas, ya que los escurrimientos son cada día mayores, reconocen algunos afectados, quienes expresan que han decidido salirse de los albergues, por la inseguridad existente.
La única esperanza que los nacajuquenses tienen, es que el gobierno los ayude para poder resarcir parte de los daños recibidos, mientras que la producción está en bancarrota y logran levantar de nuevo sus hortalizas y su quehacer diario.
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